lunes, 10 de junio de 2013

Una Meditación y una Bendición

1 comentario:

  1. Este pasaje del evangelio, que leo siempre con profundo cariño, me ha traido a la memoria mi viaje a Tierra Santa.
    Allí, dentro de la emoción del momento, que me ayudó a sentirme viviendo la escena, como si hubiese estado presente, recordé a unos queridos amigos a quienes identifico totalmente con cada una de las Bienaventuranzas.
    En aquellos momenos le pedí al Señor por ellos y hoy, pasado el tiempo me uno a la oración de aquel mmento y le pido al Señor que les bendiga y les ayude a seguir pr el camino que el Señor desde la eternidad ha pensado para ellos.

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